20 de agosto de 2007

Supercampeón de España

Aunque el periodista en cuestión no me gusta nada, lo cierto es que lo borda en este artículo sobre la arrolladora victoria de nuestro equipo.


Alejandro Delmás
LOS DIOSES DEL FÚTBOL YA VISTEN DE ROJO


Cuando se traiciona a los dioses del fútbol, como el Real Madrid hace metódicamente, los dioses no suelen perdonar. Envían vengadores, de la estirpe de quienes veneran a esos mismos dioses: dioses de la planificación, el deseo, el esfuerzo colectivo y el respeto. Esos dioses marcan el camino del Sevilla, como las sagradas imágenes de cera de sus padres marcaban los pasos de Russell Crowe, General Máximo: Gladiator. Y esos dioses trajeron al Bernabéu a un vengador rojo esculpido en viejas tradiciones blancas: aquel legado distefaniano de unión y esfuerzo colectivo.


Al Sevilla lo entrena (todavía) Juande Ramos, pero lo podría entrenar Sir Matt Busby, que en semifinales de la Copa de Europa, 1968, tiró de valores y emoción en el mismo Bernabéu alineando a David Foulkes, superviviente del desastre aéreo de Múnich. Foulkes, héroe de otro equipazo rojo, el Manchester United de Bobby Charlton, Best y Law, marcó el 3-3 que eliminó al Madrid. A pase de Best enlazó pasado y futuro. El United fue campeón en Wembley.


El Sevilla no desprecia el esfuerzo: lo ennoblece. No se disloca en debates enloquecidos (Guti, Sergio Ramos): cree en el bloque. En los dioses del fútbol. Los dioses que, ahora, son rojos.

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