11 de octubre de 2006

Como la Hiena al Rey León...

A veces pasa. Cuando la superioridad neta del Rey de la Selva queda patente, cuando el león degusta tranquilamente su recién cazado antílope, sabedor de que nadie en la jungla puede hacerle frente, en ocasiones aparece la hiena.

Animal carroñero y escandaloso donde los haya, solo puede conformarse con lamer los huesos que, despreocupadamente, ha dejado Su Majestad y, como mucho, emitir una sonorosísima risotada que sacuda la tranquilidad de la noche en la sabana.

En momentos como esos, cuando el León reposa magno tras el festín, el Rey de la Selva no puede evitar sonreirse pensando en la patética hiena. Y tras escuchar la ridícula risotada, dice regio a su manada: "Nosotros a lo nuestro, los demás a seguirnos" y vuelve a reposar tranquilo sobre su roca preferida.