30 de octubre de 2006

Real Club Celta de Vigo 1 - 2 Sevilla Fútbol Club

Todos sabemos cómo es la prensa deportiva de nuestro país y en especial la local. Por ello, me ha resultado muy interesante la crónica del partido que ha hecho la edición digital de El Faro de Vigo; solo deciros que si la leyera sin saber su origen diría que es del periódico oficial de nuestro equipo.
Si los mismos gallegos dicen que arrasamos será por algo. Aquí os dejo la crónica para que juzguéis por vosotros mismos.
CELTA DE VIGO 1 - 2 SEVILLA
CELTA DE VIGO: Pinto; Angel, Tamas, Contreras, Placente (Jonathan Aspas, m.46); Iriney, Pablo García, Núñez (Perera, m.68) , Canobbio, Nené (Lequi, m.68); y Baiano.
SEVILLA: Palop; Martí, Escudé, Javi Navarro, Dragotinic; Jesús Navas (Puerta, m.75), Renato, Poulsen, Adriano (Hínkel, m78); Kanouté y Kepa (Maresca, m.59).
Goles
Min. 6: Nené lanza desde fuera del área un disparo colocado que se come Palop.
Min. 30: Poulsen fusila desde dentro del área tras un mal despeje de Tamas.
Min. 60: Adriano aprovecha un garrafal error de Núñez para batir a Pinto por bajo.
Árbitro: Álvarez Izquierdo Del Comité Catalán. Asistido en las bandas por Artero Gallardo y Aguilar Rodríguez.
Incidencias: Partido de la octava jornada disputado en Balaídos ante 15.000 espectadores. Terreno de juego en mediocre estado. Tarde calurosa.
Juan Carlos Álvarez / Vigo
Al Celta le pasó por encima un trolebús. Desde que el equipo vigués regresó a Primera División nadie le había pegado en Vigo semejante meneo. El Sevilla superó a los vigueses de punta a punta, fue mejor en todos los aspectos del juego y sólo un árbitro cegato -que se inventó un penalti a favor del Celta a falta de tres minutos-, puso en riesgo el triunfo más merecido que se recuerda en mucho tiempo en Balaídos de un equipo visitante. Baiano lo lanzó de forma ridícula y el marcador hizo justicia a un equipo que es un ejemplo de orden, de disciplina, de fuerza y de talento, un conjunto que anuló las cualidades del Celta, que empequeñeció a los de Fernando Vázquez y que dejó claro que incluso tiene condiciones para pelear con los más grandes por el título de Liga.
Hay partidos en los que asalta la duda de si la superioridad de un equipo se debe a los méritos de unos o a los deméritos de los otros. Sobre lo sucedido ayer en Balaídos hay pocas dudas. El Sevilla fue tan superior que el Celta pareció un equipito de andar por casa, sin un plan al que agarrarse. No le sirvió ni el gol de Nené en el minuto 6 de partido. Por aquel entonces los de Juande Ramos ya habían disparado un par de veces y el Celta ni había atravesado el medio del campo. Pero un despiste de la defensa permitió al interior brasileño recoger el balón en la línea de medios, avanzar y largar un zurdazo que se comió Palop de forma algo ridícula. Al igual que en San Mamés el Celta acertaba en su primer disparo a puerta, parecía que los santos se habían puesto de su parte. En ese sentido volvía a recordar al equipo de la pasada temporada que asombraba por su extraordinaria efectividad a la hora de aprovechar sus ocasiones de gol en el primer cuarto de hora.
El gol no inquietó en absolutó al Sevilla que se reafirmó en su ideario futbolístico mientras el Celta siguió pegando tumbos y estrellándose contra esa capacidad de sacrificio que Juande ha transmitido a todos sus hombres. La inferioridad fue evidente en el medio del campo donde la ausencia de Oubiña desigualó aún más el combate. Pablo García e Iriney no tuvieron ni fútbol ni claridad para vencer la presión andaluza y por delante de ellos ninguno de los jugadores del Celta tuvo ingenio para superar a su pareja de baile. Dramático resultó lo de Canobbio, que no pudo librarse ni un instante de la sombra de Poulsen, un jugador en apariencia modesto pero que tiene un sentido del juego muy desarrollado y una disciplina espartana. El uruguayo acabó completamente desquiciado, incapaz de generar nada productivo para su equipo. En las bandas la situación era aún más terrible porque Nené y Núñez también acabaron en la nada absoluta. Eso significó que el Sevilla tuvo la pelota todo el tiempo para hacer con ella lo que quisiese. Navas enloquecía a Placente en la banda derecha, Kanouté traía por el camino de la amargura a los centrales y el partido pasó a tener muy mal aspecto. El gol no tardó en llegar. Lo marcó Poulsen en un mal despeje de Tamas -titular en lugar de Lequi-. Y a partir de ahí llegó el diluvio.
Carlos.
El Sevilla tuvo tres ocasiones claras antes de que el partido llegase al descanso. Kepa estrelló el balón con violencia contra el travesaño y Pinto también tuvo que esmerarse en un par de acciones peligrosas. Vázquez entendió que en la segunda parte necesitaba un cambio importante. Consciente de que la banda izquierda de su defensa tenía una enorme vía de agua, envió a Jonathan a la banda derecha y Ángel ocupó el sitio del desafortunado Placente. Navas bajó un tanto sus prestaciones ante el coraje del canario, pero al sevilla le sobraban recursos para seguir dominando el partido y generar más peligro. Además su banquillo está repleto de recursos (Maresca, Puerta, Jesuli, Duda, Hinkel...)
Hubo un momento en que el empate parecía un buen resultado para el Celta. Entonces llegó Núñez y se comió un balón perdido en la defensa para dejar que Adriano ejecutase por bajo a Pinto. El choque pasó a estar imposible para el Celta que se tiró al monte con dos delanteros (Baiano y Perera) pero sin bandas, que si bien no estaban aportando nada, redujo los espacios al mínimo. El Sevilla siguió desperciciando la posibilidad de terminar con aquel suplicio y el Celta esperó a que la heroica pudiese arreglarle el día. Pudo suceder porque el árbitro se inventó un penalti a falta de tres minutos para el final que pudo darle un punto milagroso. Lo lanzó Baiano quien en ese momento hizo su particular homenaje a lo que había sido el partido del Celta. Quiso lanzar despacito, engañando a Palop, e hizo el ridículo. El destino le regaló un rechace franco a Contreras que mandó el balón fuera. El marcador había hecho justicia a un gran equipo, al primero que le pinta la cara al Celta en mucho tiempo.

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